Seguramente este post no te interese lo más mínimo si consideras que eres una buena madre y que le estás dando la mejor educación y crianza a tus hijos y además quieres seguir haciéndolo. De hecho si quieres seguir siendo la buena madre que eres, te aconsejo que ni entres a mi blog, y mucho menos te dignes a seguirme en las redes sociales.

Seguro que tú tienes tu propio criterio y confío en que te informarás con profesionales (que no conmigo) antes de tomar una decisión que afecte a la salud o a la seguridad de tu hijo. Si aún así te apetece conocer algunas de las razones que te convertirán en mala madre, sólo tienes que leer hasta el final y hacer todo lo que te digo.

Porque yo hago cosas realmente indignas de no merecer mi tan esperado y deseado estado de maternidad y tú, pobre madre inocente, si lees este post, acabarás en la tentación de cometer los mismos errores y te influiré para que te conviertas también en la mala madre que nunca has pretendido ser.

Aquí te dejo sólo algunos pasos para convertirte en una magnífica mala madre, ojo que hay más, podéis ayudarme a completar la lista en los comentarios del final:

  1. 1. Dale a tus hijos azúcar.
    Yo por ejemplo a mi hijo mayor le doy un Cola Cao cada mañana para desayunar e incluso alguna vez les he dado Actimel y zumos envasados de fruta. De hecho acabo de realizar una campaña de invierno y me ha caído la del pulpo. Han sido un par de semanas en los que hemos tomado este yogur azucarado que tanto nos gusta, yo me incluyo, y probablemente no volveremos a consumirlo hasta pasados unos meses, pero definitivamente he cometido la mayor de las tragedias compartiéndolo con todos vosotros. ¿Y sabes qué? A mi hijo pequeño, tras 14 meses de lactancia materna, le he empezado a dar papillas de cereales también y algún lácteo de queso rosa y de frutas que también parecen llevar una importante cantidad de azúcar.
  2. 2. Dales papillas envasadas, frankfurts, sandwiches y fritos rebozados.
    ¿O es que no sabes lo que le gusta a un niño unas buenas croquetas? Al mío de hecho no le gustan mucho pero si hay que comérselas porque se las ha hecho la abuela, no le hace feos. Los sandwiches, frankfurts y papillas envasadas me han resultado una excelente solución para las salidas de casa imprevistas o no en las que he olvidado preparar comida más nutritiva. Porque sí, a veces se me olvidan también estas cosas.
  3. 3. Recurre a ayuda para intentar dormir a tus hijos.
    Porque aún siendo reacia, he probado homeopatía, infusiones e incluso cojines que simulan mi mano para no acabar desquiciada al no poder dormir 3 horas seguidas en casi 4 años. Pero vamos, ni se te ocurra darle un dudú porque como buena madre respetuosa e instigadora de la crianza con apego deberás darle la mano todo el tiempo que el bebé requiera tu presencia.
  4. 4. Dale a tus hijos más de 4 regalos en cumpleaños y festivos navideños.
    No he sido capaz de reducir la cantidad de regalos porque aunque en casa no somos partidarios de regalar juguetes, tenemos la desgracia de tener familias muy numerosas y generosas que nos hacen regalos indeseados. Incluso nos regalan juguetes con pilas y poco o nada respetuosos con el medio ambiente, (sobre todo los que le trae su sexageneria tía abuela, que la pobre no se entera demasiado de los elementos tóxicos y materiales no reutilizables). Pero lo peor es que no los hemos tirado a la basura y mis hijos ¡juegan y se divierten con ellos!. Es más, puede que hasta decidamos donarlos para que otros niños también sufran las consecuencias una vez mis hijos ya no los usen.
  5. 5. Diles que si no se portan bien, Papá Noel, el Tió y SSMM Los Reyes Magos no les traerán nada.
    Recientemente he leído que no se debe hacer esto… ¿NO? Pues aquí una que soy yo, lo he estado usando como recurso durante todo el mes de diciembre y parte de enero. Incluso cuando me quede sin el recurso y estemos en febrero puede que decida amenazarle y esconderle alguno durante alguna de sus rabietas incontroladas. Aunque al rato se me olvide y le acabe volviendo a dar su preciado tesoro.
  6. 6.Cómprale una silla de grupo 2 a favor de la marcha.
    Decidí poner a mi hijo mayor a favor de la marcha a 6 meses de cumplir 4 años. Y por esta razon me llegaron a decir que no me preocupaba la integridad de mis hijos y que era como poco una madre asesina que no quería a mis hijos, literal. Además como se me ocurrió contarlo en el blog, he animado a otras muchas mamás a que hagan lo mismo a pesar de decir en todo momento que no era lo más recomendable. Podéis leer el post y las críticas que recibí al respecto y tomar vuestras propias conclusiones.
  7. 7.Ponles la televisión varias horas al día.
    En ocasiones mis hijos ven varias horas de tele al día, tablets y demás cajas tontas existentes en casa y dispositivos electrónicos. Sobre todo cuando no tienen cole y se quedan en casa mientras yo trabajo. Incluso hay días en los que no les dedico apenas tiempo de juego y les enchufo una película para que estén relajaditos.
  8. 8.Usa la famosa mochila de porteo no ergonómica.
    Yo lo hice pero menos mal que tuve suerte de que me avisaron a tiempo porque de no ser así no quiero ni pensar las graves consecuencias que hubiera tenido mi hijo porteándolo de forma ocasional.
  9. 9.Pasea con tu hijo en una silla de Grupo 0 por más de 2 horas seguidas.
    Sí, lo admito. En alguna ocasión me pilló el típico día de compras con coche y se me ocurrió además grabar un vídeo y subirlo a las redes sociales. No sé cómo pude hacer tal cosa.
  10. 10.Deja a los niños una noche de vez en cuando sin sentirte culpable.
    Sobre todo para dormir, ponerte hasta el culo de mojitos o pasar un momento íntimo con tu pareja.

Advertencia: Si tú también has cometido el error de hacer una de estas 10 cosas, correrás el riesgo de convertirte en una persona odiada y repudiada por la sociedad maternal, especialmente si lo cuentas de forma abierta y públicamente.

Nótese el tono de humor irónico que intento reflejar. Si no me conoces, sabrás que ésta es una reacción ante las muchas tonterías que tengo que leer de vez en cuando (curiosamente nunca nadie me lo dice en persona ni a la cara ni tampoco en un educado mensaje privado) y si me conoces, entonces ya sabrás que soy una persona a la que le importa muy poco lo que opinen los demás.
Desde aquí mis disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido. Si algo soy es respetuosa con todo lo que me rodea excepto con la gente intolerante que critica sin fundamento, sin leer los enunciados correctamente y sin argumentos y mucho menos sin conocerme.

Firmado: una mala madre.

*Foto maravillosa de Saray Martín