¡Hola!

Hoy cumplo 9 semanas de gestación y aunque he querido escribir este blog desde mucho antes, los miedos y la dudas no me lo han permitido.

Sólo para poneros en contexto, os haré un resumen de estas últimas 9 semanas:

¿Estoy embarazada?

Mi novio y yo llevábamos tiempo buscando quedarnos embarazados, (bueno, vale, puede que yo más que él), pero la cuestión es que ha sido muy buscado por ambas partes. Os podría contar que concienzudamente llevábamos cerca de 3 meses… Aún así, tener un bebé estaba en nuestros planes de futuro a corto-medio plazo y seguimos adelante con nuestro plan de vida. Y sí, esto incluyó unas merecidísimas vacaciones al Perú.

El mismo día que volábamos yo esperaba mi período. Llevaba 3 meses controlándolo y sabía que me venía en exactamente 30 días. Así que cuando el 23 de junio no me bajó, primero pensé que podría haber sido el avión, el cambio de aguas, el trastorno de un viaje tan largo (15 horas ininterrumpidas de viaje). Reconozco que los siguientes 3-4 días no me preocupé demasiado, aunque tenía dolores abdominales (típicos de regla), me dolían los pechos y en el fondo una vocecita me decía «ya lo tienes!», yo seguí comiendo ceviche (pescado crudo), Inca Kola, mate de coca y hasta algún ibuprofeno y algún que otro Pisco Sour (error!).

test_embarazoPero llegamos a Arequipa y allí le propuse a mi novio comprarnos un test de embarazo. Cuando llegamos a nuestra habitación (fea, oscura y pequeña) no pude aguantar y me puse en el suelo a hacer la prueba que en cuestión de segundos marcó las 2 líneas bien diferenciadas que indicaban que mi cuerpo tenía la hormona hCG, únicamente presente en embarazadas. No fue muy romántico pero sí un momento difícil de olvidar. Y así descubrimos que «algo» de 5 semanas de vida ya estaba creciendo en mi interior.

Estamos embarazados… ¿Y ahora qué?

Pues ni qué decir que aunque Perú es un país maravilloso, el resto del viaje fue un hervidero de nervios para mí. Obviamente me mentalicé para dejar de tomar todo aquello que sabía era perjudicial para mi bebé, aunque no disponía de mucha información. Llamé a España para pedir hora con el ginecólogo en cuanto llegara y me limité a dejarme llevar.

sheila_peruEn unos días teníamos la entrada para visitar el Machu Picchu (toda una vida esperando este momento) y lo que era aún más arriesgado, subir al imponente Huayna Picchu, la montaña puntiaguda que se ve al fondo y que tiene un desnivel de 400 metros extremadamente duros para una persona no muy habituada a hacer deporte (eso sin contar ese «pequeño detalle» de encontrarnos a 2.300m de altura). Fue un día muy importante para mí, no sólo porque estaba cumpliendo uno de mis sueños gracias a la ayuda de mi pareja, sino también porque sabía que lo estaba haciendo con la que acabará siendo la persona más importante de mi vida. Fue una sensación única e indescriptible.

 

Compartir la noticia con amigos y familiares

Cuando llegamos del viaje, mis padres estaban fuera de la ciudad y aún tardarían en llegar 2 semanas (horror!). Siempre había querido que mi madre fuera la primera en saberlo, pero desgraciadamente no pudo ser así. Los padres de mi novio fueron los primeros en saber la noticia, luego sus hermanos/as y finalmente, pude compartirlo con mis padres.

Esta parte está siendo otra pequeña tortura para mí. Tengo el deseo de compartirlo con todo aquel que tiene una relación cercana a mí: amigos, compañeros de trabajo, conocidos… pero por recomendación del médico, que me informó del alto porcentaje de abortos espontáneos, he decidido esperar y hacerlo por fases.
La sensación no deja de ser curiosa. De repente tengo un «secreto» que nadie sabe y eso me hace sentir culpable en algunas situaciones: en el trabajo, por ejemplo, o cuando voy a la caza y captura del asiento del tren impidiendo alguna pobre buena mujer entrada en años que se siente.

Tengo la gran suerte de contar con una mutua privada que si más no, me va a hacer tantas ecos como sean necesarias y lo agradezco, porque la espera se hace eterna. Cada visita con el doctor es un miedo terrible a pensar que algo haya podido ir mal.

He decidido que si el jueves (tengo mi segunda ecografía) va todo bien, lo compartiré con la Fase 2 (familiares y amigos que viven más lejos).

¡Qué nervios!