¿Sabías que la isla de Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana? La primera vez que escuché hablar de ella fue hace muy poquito, durante nuestro último viaje a Alannia Guardamar del año pasado. Pero no nos dio tiempo a visitarla. Así que aprovechando que este año volvíamos a Alicante, esta vez al Alannia Costa Blanca, decidimos no perdernos esta preciosa excursión con los niños.

Foto hecha por Goran en la zona de isla que no está edificda

La isla de Tabarca se encuentra frente a la ciudad de Alicante (a unos 22km) y cerca del cabo de Santa Pola. En realidad más una isla, es un pequeño archipiélago, compuesto, además de Tabarca, por los islotes La Cantera, La Galera y La Nao. Posee una longitud aproximada de 1.800 metros y una anchura máxima de unos 400 metros.

Declarada Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural

Sus costas albergaron en el pasado un refugio de piratas. No fue hasta el siglo XVIII, cuando Carlos III ordenó fortificar y levantar en ella un pueblo en el que alojar a varias familias de pescadores de Génova que estaban cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka (de ahí su nombre). Las murallas que rodean su núcleo urbano han sido declaradas Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

Probablemente, una de las cosas que más llama la atención de esta isla son sus aguas transparentes. Debes saber que son Reserva Marina del Mediterráneo por su buena calidad y por la biodiversidad de su flora y fauna.

Se pueden ver los peces desde prácticamente cualquier lugar, así que no te olvides tus gafas de buceo y si haces submarinismo por la zona, apuesto a que aún podrás disfrutarlo más.

Llegando a la isla de Tabarca

¿Cómo viajar hasta la Isla de Tabarca?

Hay varias maneras de llegar hasta allí pero todas ellas en barco, lógicamente al tratarse de una isla. La visita a la isla se puede hacer en un sólo día y existen múltiples salidas tanto desde el puerto de Alicante (una hora de duración) como desde Santa Pola (ésta fue nuestra opción y tardamos sólo unos 20 minutos, son unos 8km de distancia) o incluso de desde Benidorm.

Además de las líneas regulares de tabarqueras, también encontraréis taxis que se amoldan a vuestro horario.

Nosotros fuimos sin reserva previa, pero si queréis aseguraros los tickets con tiempo, podéis reservarlos en www.tabarkeras.com (éste es el lugar que usamos nosotros, pero hay más compañías).

Una vez llegamos a Santa Pola, aparcamos el coche por las calles colindantes al puerto (gratis) y nos dirigimos a la zona desde donde salen las barcas. Nos sorprendió muchísimo ver la cantidad de taquillas para comprar los pasajes y, deben ir a comisión, porque lo que ves allí es todo un espectáculo: todos gritándote para animarte a que compres los pasajes con ellos.

Yo me decidí por los de color naranja, las Tabarkeras, porque eran los únicos que tenían el precio anunciado bien grande. Pagamos 30€ entre los 4 (ida y vuelta) y te puedes acoger al horario que quieras de la línea regular que tienen establecida.

Os diré que el mero hecho de viajar en «tabarquera» a la isla de Tabarca es ya todo un espectáculo para los niños. No solo por el hecho de viajar en barco, sino porque al llegar a la isla, el barco cuenta con una zona panorámica en su interior donde poder ver los pececillos y es un puntazo.

¿Qué ver en la isla de Tabarca?

Lo primero de todo te diré que en la isla no hay apenas sombra, así que tenlo en cuenta para llevar sombrero y protección solar.

La isla de Tabarca es muy pequeñita y pintoresca. A mi juicio, empieza a estar demasiado explotada turísticamente y eso le empieza a restar encanto. Creo que venir aquí en temporada baja debe de ser aún más increíble.

El pueblecito marinero es de visita obligada. La muralla alrededor del pueblo conserva 3 puertas de estilo barroco (nosotros conseguimos hacernos una foto en familia decente en la Puerta de Levante, que es la de entrada al pueblo).

Puerta de San Rafael 

No te pierdas la Iglesia de San Pedro y San Pablo, la Casa del Gobernador (que en la actualidad alberga un hotel), la Torre de San José, que durante el siglo XIX fue utilizado como prisión, el faro y por supuesto caminar por todas y cada una de las callejuelas de Tabarca.

Hay un montón de oferta de restauración y el «caldero» es el plato típico para degustar (un arroz caldoso). Nosotros nos llevamos un picnic y no probamos ninguno de los restaurantes, pero unos amigos de confianza de la zona nos recomendaron el Restaurante Gloria, por si os puede ayudar a decidir lugar.

Sólo hay un par de playas (al menos de fácil acceso) y la principal y más grande está llena de tumbonas y parasoles de alquiler. Sinceramente, me gustaría que mantuviera su esencia más «salvaje» y no tan comercial, pero eso ya va a gustos.

El resto son calas de aguas transparentes por explorar. Nosotros, al ir con niños, quisimos quedarnos mejor en la playa para velar por su seguridad, ya que hay zonas muy rocosas y de más o menos difícil acceso. Pero seguro que si decidís saliros del meollo encontráis rincones únicos.

También hay un museo pero nosotros lo encontramos cerrado así que no pudimos visitarlo.

Más curiosidades de la isla de Tabarca

Algunas cosas que me han llamado la atención sobre la isla de Tabarca:

  • No tengo datos actuales pero en el 2019 habían censadas tan solo 51 personas.
  • Aunque antiguamente era un municipio pesquero, y eso se palpa en el ambiente, en la actualidad la principal actividad económica es el turismo. Durante los meses de verano Tabarca puede llegar a recibir alrededor de 3000 visitantes diarios.
  • ​Debido a las reducidas dimensiones de la isla, en su interior no existen carreteras ni apenas tráfico de vehículos.
  • Todos los restaurantes de la playa de Tabarca tienen nombre de mujer


Espero que te haya gustado lo suficiente como par que decidas hacer una visita. Pero por favor, sé un turista responsable y recoge tus desperdicios una vez abandones el lugar.

¿Qué te ha parecido este lugar tan curioso?