Me pregunto si os habéis planteado alguna vez esta duda. Yo en muchas ocasiones, tantas que a día de hoy sigo pensando en los pros y contras de reformar o vender casa para comprar otra.
¿Quién de vosotras no ha visto alguna vez el famoso programa de los hermanos gemelos americanos? Es un reality en el que uno de los hermanos se dedica a reformar la casa de los protagonistas y el otro les busca un nuevo hogar que tenga las carencias del suyo. Al final del programa los protagonistas tienen que decidir si venden su casa reformada o se quedan con la nueva propuesta.
Por lo tanto, si a ti te dieran a elegir, ¿Qué harías? Imagino que depende de muchos factores, pero principalmente del presupuesto que dispongas y de dónde vivas, ya que vender casa en Valencia, Madrid o Barcelona no es lo mismo que vender casa en un pueblo rural de Castilla, por ejemplo.
Reformar piso para estrenar un nuevo hogar
Si no tienes presupuesto para comprar un nuevo piso, como fue mi caso, apostamos por hacer una reforma.
Lo bueno de las reformas es que puedes mantener tu hogar, tu sitio (si le tienes especial afecto emocional por ejemplo), tu barrio, tus rutinas y las puedes ajustar a tus necesidades de cada etapa vital. En mi caso, por ejemplo, mi piso de soltera pasó a ser mi piso compartido con pareja para hoy en día convertirse en el hogar familiar.
Por supuesto cada etapa tiene unas necesidades diferentes y por eso a nosotros la reforma de nuestro hogar nos ha facilitado mucho la vida. De hecho nos sentimos como si nos hubiéramos ido a vivir a una casa nueva. Y lo mejor, es que no necesitas desembolsar tanto dinero como si tuvieras que comprar un piso nuevo.
Reformar para vender a más valor
Otra opción que baraja mucha gente es la posibilidad de hacer una reforma para posteriormente vender la casa a mayor valor y poder así adquirir una nueva. Aunque seamos realistas, tampoco vas a doblar el precio de tu piso por hacer una reforma. Hablando de reformas básicas, quizás sólo aumentarás un 15% ó 20% su valor de tasación inicial. Así que todo es cuestión de hacer números.
Si hablamos de un piso muy viejo, el valor de reforma puede ser muy elevado y no merecer la pena a menos que tenga un bien muy preciado: terraza grande, vistas espectaculares, orientación sol todo el día, etc. o incluso su ubicación (no es lo mismo reformar un piso céntrico que en la periferia).
Eso sí, las reformas que yo considero que son básicas a la hora de vender un piso son las de arreglar o mejorar aspectos dañados y/u obsoletos, ya sea desde una vieja instalación, averías, puertas que no funcionan, etc.
Darle un lavado de cara low cost
Si estás cansado de ver siempre el mismo escenario y no tienes dinero para comprar un nuevo piso ni siquiera para reformar, otra opción que tienes, y es la más económica con diferencia, es la de darle un lavado de cara. Yo lo he hecho en varias ocasiones y os aseguro que funciona.
Hace unos años me animé a quitar el color wengué oscuro de los muebles del comedor y transformar mi comedor usando únicamente pintura para ello, además lo hice yo misma con ayuda de mi padre. Pues ese pequeño cambio hizo que entrara muchísima luz y desde entonces el blanco ha vuelto a ser bienvenido en nuestra casa. En las fotos podéis ver que fue todo un acierto y nos costó muy poquito dinero.
Ahora dime, ¿Qué cambiarías, añadirías o mejorarías de tu hogar si pudieras para hacerlo perfecto?
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