Uno de los alojamientos estrella de nuestro paso por la Nouvelle-Aquitaine (Nueva-Aquitania) era el de las cabañas flotantes de Le Village Flottant de Pressac durante nuestra primera noche. Tenía muchísimas ganas de vivir esa experiencia tan única desde el primer día que las vi.

Las cabañas flotantes están en la localidad de Pressac, a tan solo un trayecto de una hora de la ciudad de Angoulême y una hora de Futuroscope, en la ciudad de Poitiers.

Dormir en una cabaña sobre el agua

La primera vez que vi la imagen de las cabañas flotando sobre un lago de 6 hectáreas, en medio de un espacio natural preservado, pensé que seguramente sería una de las experiencias más insólitas que había vivido en familia.

El complejo cuenta con un total de veinte cabañas flotantes (todas ellas son diferentes y aunque todas flotan, algunas, como las nuestras, tienen acceso directo a la ribera a través de una pasarela de madera).

Pero las que están más aisladas, son accesibles únicamente en barca. Y nadie te acompaña, así que una vez coges el chaleco salvavidas, tómate tu tiempo para llegar. Lo cierto es que nosotros nos reímos muchísimo.

Las cabañas tienen una superficie de 30 a 40m² y pueden acoger entre 2 y 5 personas. Le Village Flottant de Pressac es un lugar muy original, ideal para familias, amigos o parejas. Aunque personalmente no lo recomendaría para niños muy pequeños.


Para los que tengáis bebés o niños muy peques, os mostraré más adelante algunas alternativas que podéis tener en cuenta y que también os van a encantar.

Disfrutar de una estancia eco

A pesar de tener algunas limitaciones, las cabañas también cubren con comodidades básicas como la calefacción en invierno, aunque a nosotros no nos hizo falta.

La luz es solar y por tanto, es tenue y el único enchufe que teníamos y que agradecimos, era de tipo USB, suficiente para cargar un móvil.

Importante a tener en cuenta: en las cabañas flotantes los lavabos son químicos, es decir, no hay agua corriente ni canalización, así que la experiencia se vuelve aún más divertida, si cabe, aunque no apto para escrupulosos. Y las duchas están al lado de la recepción.

Estas cabañas están pensadas para que desconectes y vengas a disfrutar de la naturaleza y la ecología.

Restauración en Le Village Flottant de Pressac

Aunque las cabañas flotantes no tienen cocina, el complejo ofrece diversas opciones para poder comer cómodamente. Desde el encargo de cestas de comida (así es como hicimos con nuestro desayuno) hasta la posibilidad de contratar una cabaña-parrilla o disfrutar de un menú a la carta en el restaurante.

Si tenéis oportunidad de cenar en el restaurante tradicional del complejo (Restaurante La Marina), a la luz del atardecer, no lo dudéis. La comida nos gustó mucho y allí es donde probé por primera vez el famoso postre: «brioche perdu» que era como una torrija española. ¡Qué rica, madre mía!

Nosotros no lo probamos, pero en el caso de que quieras probar cenar en una cabaña-parrilla y de forma más privada, también tienes esta posibilidad. Las cabañas-parrilla pueden acoger a un máximo de 8 personas y aunque flotan en el agua, están accesibles por una pasarela conectada a la orilla.

Tanto para el restaurante como para la opción de cabaña-parrilla no necesitas estar alojado en el complejo para disfrutar de esta experiencia.

Otras versiones de alojamiento

Dormir en una cabaña flotante fue toda una experiencia para nosotros y más aún vivirla con los niños. Pero para los que no desean este tipo de alojamiento, el complejo ofrece también otras opciones de alojamiento super interesantes.

Las diversas tiendas safari (tipo glamping) con vistas infinitas al campo, recuerdan a «Memorias de África». Es la manera más cómoda de vivir una auténtica acampada con todo tipo de comodidades.

Los lodges tampoco se quedan atrás. Aquí vas a encontrar baños completísimos y cocinas totalmente equipadas para pasar más largas temporadas.

¿Con cuál de los alojamientos te quedarías tú?

Actividades en la naturaleza para disfrutar en familia

El complejo cuenta también con una pequeña piscina, senderos balizados, bicicletas a disposición del huésped y la posibilidad de pescar desde la cubierta de tu propia cabaña. Al ser un estanque natural, se alimenta del agua de la lluvia que recoge un arroyo.

Nosotros estuvimos menos de 24 horas pero si tienes la posibilidad de quedarte más tiempo, no dudes en explorar la zona, ya sea a pie o en bicicleta de montaña.

Le Village Flottant está situado en la confluencia de dos regiones naturales: el Limousin y el Poitou. Una zona de lagos, estanques y bosques, con lo que la convierte en un observatorio de fauna y flora.
En la recepción encontrarás un montón de folletos informativos.

Cuéntame tus impresiones, ¿dormirías aquí?

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