En las clases de pre-parto también nos llevan de excursión. Ésta vez fue una ruta turística-informativa por las instalaciones del Hospital Sant Camil en Sant Pere de Ribes, que aunque no es el lugar donde yo pariré, sí pensé que podía ser interesante ver cómo funciona el protocolo a seguir durante el momento del parto.

salapartoHonestamente tengo que admitir que quedamos muy gratamente sorprendidos. Y tratándose de un hospital público, el Servicio de Ginecología y Obstetricia ofrece una atención de nivel y una oferta de servicios de calidad equiparable a la de otros grandes hospitales privados. De hecho, y en palabras de mi prima, quien hizo el mismo tour en un hospital de Manhattan, Nueva York (donde es necesario recordar que la sanidad es de pago), este hospital tiene unas instalaciones envidiables.

quirofanoEl tour empezaba por una sala donde te monitorizan las contracciones, la misma donde me pusieron a mí las «correas» y que explicaba en mi anterior post sobre monitores para controlar las contracciones, luego te pasan a la sala donde te tomas tu tiempo para dilatar y donde con un poco de suerte, puedes dar a luz a tu bebé. Aquí puedes escoger la intensidad de la luz, si quieres una música que te ayude a relajarte, usar las famosas pelotas o incluso darte una ducha en el baño si con ello puedes beneficiarte del momento del parto.

En caso de que la cosa se complique un poco más y no se llegue a la dilatación óptima, se pasa al quirófano, una habitación no tan agradable y que no merece mucha más mención, ya que llegados a este punto, se rompe todo el encanto de lo que una se imagina será el «idílico» momento del parto.

Después de esta visita, se me ocurrió preguntarle a mi ginecólogo sobre el famoso «plan de parto» y resultó que no le hizo ni pizca de gracia. Paradójicamente en este país, si escoges un hospital privado, no tienes muchas opciones para elegir cómo quieres que sea tu parto y eso me produce un poco de impotencia.
Al final, creo que lo más sensato por mi parte es dejarme llevar por el momento y no darle tantas vueltas. Me sabe mal porque esto va en contra de lo que nos merecemos: vivir el momento del parto como una desea y no como el hospital te sugiere, obviamente siempre y cuando no se ponga en peligro la vida del bebé o de la madre.
¿Cómo os gustaría que hubiera sido vuestro parto si pudierais haberlo elegido «a la carta»?