Cuando estuve buscando un colegio de primaria Barcelona, no solo pensaba en notas o idiomas, pensaba en qué tipo de persona quería que fuera nuestro hijo el día de mañana. E imagino que eso es lo que piensa la mayoría de padres a la hora de buscar colegio. Yo, al menos, me lo planteo así: ¿un niño seguro, curioso, capaz de expresarse en varios idiomas y con confianza en sí mismo? Pues justo esa es la propuesta de los colegios británicos en Barcelona, donde la educación va mucho más allá de los libros.

Una educación británica para abrirle las puertas a un futuro prometedor

En colegios como The British School of Barcelona (BSB), el inglés es el idioma principal desde el primer día. No es una clase extra, sino el canal de aprendizaje, lo que hace que los niños lo adquieran con naturalidad. Y al mismo tiempo, se refuerza el castellano y el catalán, de manera que el niño se mueve con soltura en todos los entornos.

Como madre, me tranquiliza pensar que un modelo así no solo prepara para exámenes, sino también para un mundo cada vez más global.

Excelencia y bienestar: dos caras de la misma moneda

Una de las cosas que más me llamó la atención de este tipo de centros es que no se conforman con enseñar matemáticas o ciencias. El bienestar emocional del alumnado es una prioridad, tanto como los resultados académicos. El British School of Barcelona, por ejemplo, ha recibido premios que reconocen su cuidado por la salud emocional de los niños.

Y es que de nada sirve sacar excelentes si no se sienten acompañados, motivados y felices. Creo que como padres todos lo sabemos bien: la seguridad emocional es la base de todo lo demás.

Es posible aprender de otra manera

El currículum británico destaca por ser innovador. No solo se trata de memorizar, sino de fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de resolver problemas. A mí me gusta que desde pequeños aprendan a cuestionar, a buscar soluciones y a trabajar en equipo, porque al final eso es lo que necesitarán el día de mañana.

El modelo educativo de primaria en BSB se nutre de referentes pedagógicos como Montessori, Steiner o enfoques contemporáneos de aprendizaje por indagación (inquiry-based learning), lo que permite que los niños desarrollen hábitos de aprendizaje, pensamiento crítico, autonomía emocional y liderazgo desde pequeños.

Además, se apoyan mucho en proyectos interdisciplinares y actividades prácticas. Así, los niños no aprenden para un examen, aprenden para la vida.

Instalaciones y actividades que inspiran

Algo que también marca la diferencia en The British School of Barcelona son las instalaciones y la vida fuera de clase. Laboratorios modernos, salas de arte, música, deporte… pero sobre todo, actividades que van más allá del horario escolar. Desde STEM hasta teatro, pasando por clubs de liderazgo o periodismo infantil. Todo ello les permite descubrir talentos que quizá ni sabían que tenían.

Como madre, me parece un lujo que puedan explorar tantas posibilidades en un mismo lugar.

Una comunidad internacional

Otro punto fuerte es el ambiente multicultural. Los niños conviven con compañeros de diferentes nacionalidades y culturas, lo que enriquece su forma de ver el mundo y les ayuda a crecer con tolerancia y respeto. Yo lo veo como un regalo: aprenden que hay muchas maneras de vivir y pensar, y que todas pueden convivir.

Aún así el BSB puede ajustar la enseñanza a las necesidades particulares de cada niño. Ya seas más tímido, necesites un empujón académico o requieras apoyo emocional.
Las clases en Primaria tienen un máximo de 24 alumnos, lo que permite una atención cercana, personalizada y auténtica con docentes que realmente conocen a sus estudiantes.


Elegir un colegio primaria Barcelona de estilo británico no es solo elegir un centro con buen nivel académico. Es apostar por un entorno donde los niños crecen seguros, abiertos al mundo, con idiomas, creatividad y valores sólidos. La mejor inversión de futuro.

*Post en colaboracion con The British School of Barcelona