A pesar de que Bilbao es una ciudad que cunde, nos apetecía mucho dedicar tiempo también a los alrededores y sobre todo acercarnos a la costa. Nosotros somos de playa, así que nos tira mucho el mar, qué le vamos a hacer. Necesitaremos otra próxima ocasión para explorar el interior…

San Juan de Gaztelugatxe

Justo al lado del encantador pueblito de Bakio se encuentra este lugar tan mágico. Se trata de un islote que alberga una pequeña ermita.

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Para acceder allá hay que hacer una buena caminata (entre ida y vuelta unos 5km) y subir unos 240 escalones, así que ármate de valor y llévate agua. Yo encima quise hacerme la chulita y me animé con Goran encima… y casi desfallezco.

Según la tradición, una vez alcanzada la ermita hay que tocar la campana tres veces y pedir un deseo. Y nosotros no faltamos a ello. Cada uno de nosotros uno a uno.

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El esfuerzo necesario para subir las escaleras, se ve totalmente recompensado cuando llegas arriba. Así que no lo dudéis ni un segundo.

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Cuando acabamos nuestra caminata fuimos a comer a Bermeo. y al volver a Bilbao paramos también en Gernika a tomarnos un helado y en Portugalete para ver el puente colgante transbordador. No sé por qué, pero me encantan los puentes.

Zarautz

Antes de dejar la ciudad de Bilbao también queríamos ver la playa vasca y reservamos una mesa en el famoso restaurante de Karlos Arguiñano que tiene una ubicación y vistas privilegiadas a la playa de Zarautz, una localidad muy turística de la costa.

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Si tenéis tiempo y os gusta caminar, os recomiendo recorrer el paseo que hay hasta Getaria, que si no recuerdo mal son 4 km y va rodeando la costa con lo que hay una brisa muy agradable y un paisaje precioso.

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De camino a casa decidimos hacer una parada técnica en Zumaia y subimos a lo alto de una colina donde nos encontramos estas vistas:

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Nosotros apenas tuvimos tiempo de quedarnos en la playa pero resulta una opción fantástica para entretener a los peques ya que son muy amplias y comparadas con las que tenemos por aquí (Barcelona) están medio vacías. Vamos, un lujo.

Y en la última parte 3 os cuento cómo nos fue por la increíble ciudad de San Sebastián.