No hace mucho que escuché hablar de Sendaviva por primera vez y resulta que ¡este año cumplen 15 años de existencia!. Hace unos días que fuimos a visitarlo en familia y me sorprendió la cantidad de mensajes que he ido recibiendo en Instagram con preguntas y curiosidades que teníais, así que os voy a contar nuestra experiencia para que veáis cómo la vivimos y si tenéis dudas podéis dejarlas en los comentarios.

Cuando vimos que el parque estaba situado al lado de Tudela (Navarra) y nos quedaba a solo 3 horas de casa (unas 4 horas si vienes de Barcelona o Madrid) nos animamos a pasar allí el fin de semana. Para empezar la web de Sendaviva te permite contratar todo a golpe de clic: entradas al parque, alojamiento y hasta transporte. Si queréis tener una experiencia 100% Sendaviva, podéis mirar las posibilidades que os ofrece el albergue, situado en el mismo parque de atracciones.

En el caso de que no os alojéis en el albergue, os recomiendo que contratéis el servicio de transporte del parque (especialmente en temporada alta) ya que te dejan de puerta a puerta y te evitas caminar la travesía que hay del parking al parque ahorrándote toda la cola para comprar entradas. Este servicio tiene un coste de 7,50€.

Para ubicarte bien por el parque tienes una app gratuita muy fácil de usar con los horarios, mapas, servicios e información más útil y destacada. ¡Es super práctica!

El parque se divide en 4 áreas: la entrada que es «El Pueblo» es la parte dedicada a los servicios (aquí está el albergue, la tienda, aseos, información, parque infantil, etc) y de allí puedes coger un trenecito que te lleva a la siguiente parada, «La Feria» o caminar por una agradable senda natural donde puedes ver bueyes y dromedarios. Esta es la más céntrica y grande de todas las áreas y donde encuentras entretenimiento para pasar prácticamente todo el día.

En «La Feria» encontramos un montón de atracciones para Goran que sólo tiene 2 años y medio: un tiovivo, los potrillos, los espejos de la risa, el mirador de nutrias, la «bicinoria»(una pequeña noria que funciona sólo si los papás pedalean), juegos varios para realizar en familia y conseguir fichas para las máquinas de la feria, etc…

Imaginaos la de entretenidos que estuvimos en esta zona que no nos dio tiempo de visitar el resto del parque y preferimos dejarlo para el domingo para ir con más calma.

En esta zona disfrutamos también de 30 minutos de circo de payasos donde los peques se rieron un montón con las peripecias de estos divertidos personajes.

Al acabar, puedes fotografiarte con ellos haciendo que los niños tengan su momento de protagonismo y puedan interactuar también con los artistas.

Al mediodía nos hizo bastante calor y llegamos a los 36ºC así que sólo apetecía estar en remojo. El laberinto de agua es una atracción imprescindible si visitas el parque con estas temperaturas. Así que no olvides llevar bañador y calzado listo para mojarse. Ares fue de las cosas que más recuerda porque se lo pasó en grande.

Aquí también encontramos el comedor principal del parque, que ofrece menús de comida rápida bastante generosos de cantidad. Con un menú infantil comieron los dos peques ya que venían dos sanwiches mixtos. También tienes opción de ensalada o pasta y opciones sin gluten para celíacos.

El mundo zoorprendente, una experiencia para ver animales únicos

Esta actividad tiene un suplemento y no entra con la entrada. Son 15€ por persona adulta pero merece bastante la pena si a vuestros peques les gustan los animales «menos comunes». Además es un grupo muy reducido y te permiten tocar algunos de los animales.

Empezaron con los insectos y arácnidos y aprendimos un montón de cosas interesantes sobre ellos. Eso sí, Ares y Goran mantuvieron cierta distancia con ellos porque aunque la mayoría eran inofensivos, el desconocimiento les daba respeto.

Vimos una araña de la familia de las tarántulas, una cucaracha gigante, un insecto que se mimetizaba con las ramas, un guacamayo azul, una mofeta, unas serpientes y alguno más que tendrás que descubrir tú si vas.

Además de las atracciones, también paseamos por la senda de los herbívoros, de los exóticos y asistimos a una exhibición de aves rapaces. Hay que ser puntual porque cuando empiezan la actuación, no dejan entrar a nadie a para no distraer la atención de las aves. A mí me impresionó mucho conocer las diferentes formas de cazar a sus presas.

Y por fin pude ver un directo el cóndor, que es el ave rapaz más grande del mundo e incluso los buitres o el águila real. Son aves que nunca antes había visto tan cerca.

La zona central del parque tiene un lago enorme donde puedes pasar en barca y tirarte en tirolina sobre él. Hay una para niños y otra para mayores de 14 años de 650 metros.

Y como colofón final antes de irnos a descansar, me tiré por el trineo Bobsleigh, donde puedes decidir la velocidad a la que quieres ir y tiene casi un kilómetro de recorrido (Ares podía subir pero le entró miedo y finalmente subí sola, que disfruto mucho con este tipo de atracciones).

El sábado nos cerraron el parque y aún nos quedaba mucho por ver. Creo que lo ideal es verlo en dos días. Así que el domingo regresamos con las mismas ganas. Pero esta vez dispuestos a ver las otras dos zonas.

«El Bosque» es la zona más elevada y con unas vistas espectaculares a las Bardenas Reales de Navarra. Fuimos por la mañana y el cuentacuentos no empezaba hasta el mediodía, así que nos lo perdimos. Pero los niños disfrutaron mucho del minirallye, otra pequeña tirolina también para Goran y el safari fotográfico.

Esta zona estaba mucho más tranquila y había menos gente. La disfrutamos de forma breve pero nos gustó mucho por el entorno. Y en el punto más alto tienen una atracción de caída libre que merece mucho la pena si no sufres de vértigos.

Para bajar y acabar de ver el resto del parque, decidimos ir por el recorrido de safari fotográfico que os comentaba anteriormente que aunque era más lento, es mucho más enriquecedor porque puedes ir viendo cervatillos, gansos, pavos reales y una gran variedad de patos.

Finalmente dejamos «La Granja» para el final. En esta zona puedes ver todos los animales de granja, la senda de los aromas y los huertos. Puedes aprender a reciclar mediante un juego muy divertido e incluso simular que ordeñas una vaca lechera. Lo que más me gustó es poder ver en directo el ciclo del huevo y ver cómo nacen los polluelos. En el vídeo que os he dejado en mi canal de Youtube podréis verlo también.

Ares se animó a subirse a las sillas voladoras después de verme a mí primera. Al principio no quería pero luego se animó y hasta repitió. Lo mejor una vez más, las vistas.

Antes de abandonar «La Granja» y aprovechando que todo el mundo estaba comiendo, pasamos un ratito en el parque infantil hasta que decidimos decirle adiós a Sendaviva.

Podría contaros muchas más cosas que hicimos pero he preferido hacer un resumen de lo que más nos gustó. Es un parque para disfrutar en familia con los más pequeños de la casa. Ha sido un gran plan de fin de semana. Y en el vídeo que os he preparado podréis ver algunas cosas más…

Y por último pero no menos importante, no te puedes ir de este parque sin echar 1€ al burro que veis una la imagen. Os llevaréis una bonita sorpresa del parque (en mis stories tenéis spoiler).
Si necesitas más información, te recuerdo la web de Sendaviva donde podrás reservar todo lo que necesites para el fin de semana.

SORTEO ¿Te gustaría conseguir entradas para ir a visitar el parque?

Pues corre a mi Instagram y participa en el sorteo. Busca la foto del burro y dime qué es lo que más te ha gustado del parque y por qué te gustaría ganar las entradas y podrás llevarte dos entradas infantiles (para niños de entre 5 y 11 años). Las entradas serán canjeables en la web hasta 24h antes de la fecha en la que se quieran utilizar y tendrán duración hasta el 4 de Noviembre. Hasta el 2 de septiembre el parque está abierto de lunes a domingo y a partir de esta fecha sólo festivos y fines de semana.
No olvides seguir a @sendavivaoficial y a @palabrademadre para que tu participación sea válida.
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