Y por fin llegó. Tenía tantas ganas de pasar un fin de semana fuera de casa, solitos los 3, que no me importó levantarme a las 6 de la mañana para coger un avión y acudir al famoso encuentro de madres blogueras que organiza Madresfera

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Y allá fuimos, bártulos encima, carrito, mochila portabebés, maleta… y llegamos al eventazo del año a eso de las 12. Justo en la pausa café que estaba finalizando y que los camareros se apresuraron a recoger a tal velocidad que me fue imposible alcanzar un canapé de las bandejas que volaban por la sala (y mira que lo intenté). Así que hambrienta como una mala cosa, me dispuse a vislumbrar a quién podría conocer. Y me hizo una ilusión tremenda encontrarme con la primera cara conocida: Infaneto y Tutete. Tan estupendas y buena gente. Fue un gustazo estar con ellas.

Aquí tengo que reconocer que apenas presté atención a las ponencias porque anda que no tenemos palique… pero llegó ese momento tan esperado, y sonó su melodiosa voz mexicana… y las 300 asistentes allí presentes empezaron a aplaudirle y a vitorearle como si de una superstar se tratase: Desmadreando en vivo y en directo. Sin duda, el momentazo de la jornada, porque ella lo vale.

20130610-232403.jpgA destacar la última ponencia taller sobre cómo sacar partido de tu blog, de la mano de: Bel belart, Mamá, quiero ser blogger y La niña sin nombre. Muy interesantes.

Y por supuesto, llegar a casa cargadita de obsequios de los patrocinadores. Eso me encaaaaanta.

Y estas fueron mis conclusiones:

1. Soy una pringadilla más de la blogosfera, pero a mucha honra, oye
2. Me queda mucho por aprender, pero estoy en ello
3. Marcas, venid a mí. Yo estoy encantada de probar todo tipo de productos que tengan que ver con mi blog, así que sin reparos. Me encantará leer tu propuesta.
4. Los ponentes son importantes y necesarios, pero también los asistentes. Faltó turno de preguntas y más debate entre nosotras. Lo siento, pero alguien tenía que decirlo
5.
Las acreditaciones fueron poco acertadas, no se veían los blogs y tenías que ir a presentarte así por las buenas o si eres vergonzosilla como yo, vía Twitter (cualquier cosa vale para conocer a la desmadrosa).

A la fiesta de la noche no me apunté y quizás hubiera sido un muy buen momento para intimar un poco más. Pero mi amigo del alma Andrés me esperaba en un tablao flamenco en el barrio de Usera, un poco surrealista e improvisado pero donde cenamos estupendamente.

Y desde aquí una vez más, agradecer a ese gran hombre que me acompaña en mis andaduras y apoya mis pequeñas locuras, que siempre está ahí.

A él:

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