Muchas veces tanto en mi círculo más personal de amigas como entre mis seguidoras, me pedís consejo sobre marcas de cosmética infantil que recomiende. Lo cierto es que gracias a mi trabajo tengo la oportunidad de probar un montón de marcas para todo tipo de pieles y eso me hace tener una opinión más argumentada y variada sobre una amplia gama de productos.

Una de las marcas que más me han gustado hasta la fecha es, sin duda, la línea que tiene Freshly Kids. Y las razones son varias, por eso he querido dedicar un post entero, ya que es la piel de nuestros pequeños la que está en juego.

Unos valores Freshly Kids muy positivos

Para empezar, lo que más me gusta de esta marca es que tiene unos valores Freshly Kids muy destacados. No prueba sus productos con animales y apuesta por productos naturales, 100% libres de tóxicos sin parabenos, ni siliconas ni sulfatos. Por lo que es libre de alérgenos y algo también muy importante para los niños, no pica ni irrita los ojos. ¡Quién hubiera tenido estos productos en mano cuando éramos niños!

Esta marca garantiza una cosmética saludable con ingredientes naturales y seguros para cuidar la piel del bebé. El aloe vera, el kiwi, el aceite de algodón, el aceite de almendras o el aguacate son solo algunos de los ingredientes principales que contienen sus productos y son aptos para pieles atópicas y sensibles. De ahí que no haya ninguna contraindicación para empezar a usarla desde el primer baño tras el nacimiento.

Además, quiero contaros que tienen un kit super completo y bonito que resulta ideal para hacer un regalo, el Pack Freshly Kids, que ya os mostraba hace unos días por mis redes sociales. La cajita en cuestión es de kraft reciclado y los productos están envueltos en un delicado papel de seda. Todo preparado a mano, con mucho cariño y eso se nota. El kit incluye el champú suave Smiley Kiwi, el gel de baño Funny Aloe, la crema corporal Sweet Apple y la crema para el cambio de pañal Happy Avocado.

La mejor opción de cosmética natural infantil

Los envases son ideales para llevar a la piscina o de viaje y al no ser muy pesados, los propios niños pueden manipularlos sin problemas, además de su sencilla dosificación. Su aroma es muy suave y agradable, nada empalagoso y la textura es de muy rápida absorción en el caso de las cremas. Como curiosidad os diré que los productos llevan fecha de caducidad (que suele rondar un año y pico) y pasado este tipo el producto puede perder sus propiedades y la marca recomienda desecharlo.

¿Conocíais este kit de productos naturales para bebés? Pues que sepáis que también tiene productos para mamás, y que yo no pude evitar hacerme con algunos de ellos, de los que también os hablé en un post anterior y a día de hoy sigo usándolos.
¿Conocéis más marcas que tengan este tipo de valores? Me encantará conocer vuestras experiencias.

 


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