Este fin de semana he tenido el precioso bautizo de mi primita Inés.

No sé en qué momento exactamente se decide bautizar a un hijo pero yo, incluso mucho antes de concebirlo, decidí que nunca lo haría. Por suerte para mí, mi novio me apoya en esto y aunque a él le cuesta más que a mí romper con algunas tradiciones, parece que ésta no va a dar lugar a dudas entre nosotros.

bautismoYo he sido bautizada e incluso hice Mi Primera Comunión, pero a partir de entonces, ya empezaron a surgir razonamientos varios que me hicieron convertirme en lo que básicamente soy ahora: una atea reafirmada.

Por esa razón, y porque no me parece justo que a mi bebé se le imponga una creencia religiosa que no ha solicitado, mi bebé será un niño ó niña no cristiano/a y por tanto, lamentándolo mucho para la religión Cristiana, no formará parte del cuerpo de Cristo a menos que él así lo decida cuando llegue el momento.

Ahora bien, estoy contemplando alternativas a esta bonita celebración, que si más no, sí que me parece un bonito compromiso de amor y responsabilidad, en el cual se pueden nombrar pública y oficialmente a sus padrinos y convertirla en una bonita presentación del bebé en sociedad.

Muy pronto os hablaré de los bautizos civiles