Me decía una amiga que nunca se había hecho un reportaje de fotos familiar. Sin embargo, yo ya no contemplo la idea de no hacernos al menos un reportaje al año. Lo he dicho anteriormente y lo seguiré defendiendo, pero es que creo sinceramente que tener un buen reportaje de fotos es una de las mejores inversiones que podemos hacer para la posteridad.
Yo soy una amante de la fotografía amateur. Hubo un tiempo que lo fotografiaba todo. Sin embargo, recuerdo el sentimiento de tristeza que me invadió cuando después de celebrar el primer cumpleaños de Ares, me di cuenta que no tenía una sola foto con él soplando su primera vela del pastel. Igual os puede parecer una tontería pero aquello me marcó muchísimo. Probablemente, uno de los momentos irrepetibles más maravillosos de mi hijo, y yo no estaba junto a él. Desde entonces he bajado el ritmo. Ya no me preocupa tener la mejor foto del mejor momento, ahora sólo me preocupa ser yo la que también salga en ese momento.
Hace ya bastante tiempo que Saray contactó conmigo para proponerme una sesión de fotografía familiar de estudio. Admito que yo soy más de exteriores y que cuando me lo dijo pensé que un reportaje de estudio sería demasiado posado y quizás aburrido. Accedí porque se ofreció a fotografiar especialmente a Ares y Goran, y entonces no pude negarme. Si sois madres de más de un hijo, seguro que coincidís conmigo en que los siguientes no tienen tantas fotografías como el primero. Esto es así. O incluso nosotras madres, ¿cuántas fotos decentes tenemos junto a nuestros hijos?
Finalmente y después de 6 meses conseguimos encontrar un día para presentarnos en su estudio recién estrenado a unos 20km de Barcelona. Las puertas estaban abiertas de par en par y Saray nos estaba esperando en su casa. Vino a recibirnos con un cariñoso saludo a cada uno de nosotros pero en especial a Ares. Parecía que lo conociera de toda la vida y se lo cameló en cuestión de segundos (algo que no es tan fácil, os lo aseguro). Se nota que ella también tiene a dos Santos varones en casa de edades muy parecidas.
El estudio es una pequeña construcción adherida a su propio jardín, como si fuera «la casa de invitados» porque así es como te hace sentir, como un invitado más de su casa y donde se respira una paz y una tranquilidad que hace que te relajes de forma inmediata. Música de fondo. Calma. Blanco…
Empezamos por la foto familiar. De esta manera nos asegurábamos la toma antes de que los peques empezaran a protestar. Unos cuantos disparos bastaron para tomar unas fotos espectaculares.
No es de extrañar que fotógrafas profesionales como Gemma Sivill, quien nos hizo a nosotros el reportaje de embarazo y newborn de Goran, confiaran en ella para fotografiar la llegada de su segundo hijo. Ya se sabe, cuando una fotógrafa le pide a otra que le retrate, es porque confía plenamente en el resultado. Y así me pasó a mí.
El reportaje duró aproximadamente una hora, el tiempo justo para que pudiera sacar lo mejor de nosotros antes de que los peques empezaran a cansarse. Con niños es muy importante el factor tiempo. Me dio la sensación de que tenía muy claro las imágenes que quería conseguir y en cuanto las tuvo, no nos retuvo más de lo necesario.
En menos de una semana pudimos ver todo el trabajo, incluso con festivo por medio. Fotos en varios formatos, en color y B/N para que pudiera elegir qué versión me gustaba más de cada foto y un vídeo presentación con un resumen de las más destacadas que nos hizo saltar las lágrimas.
A veces me habéis dicho que os da vergüenza o que no sabéis posar… ¡pues ya somos dos! Yo no consigo verme guapa en ninguna foto pero después de ver todo el reportaje de Saray ha conseguido subirme la autoestima. Y la verdad, lo venía necesitando…
Desde aquí quiero agradecer una vez más a Saray por haber confiado en mí y sobre todo en mi familia para retratarnos de esta manera tan maravillosa que lo ha hecho. Sin duda, un recuerdo que tendremos para toda la vida y que ahora con la llegada de las Navidades nos viene estupendo para regalar a toda la familia, hacer calendarios y todas estas cosas que se suelen hacer cuando acaba el año.
Y una vez más, desde aquí mi más sincero ánimo a todas esas familias que viendo estas fotos habéis sentido ganas de veros retratados igual. Haceros esta pregunta: ¿Y por qué no?
Más info en www.saraymartin.com
3 Comentarios
Elena Riberas Pérez
Yo lo pensé cuando nació Enma, pero fui a mirar precios y me pareció desorbitado, así que me quede con las ganas. Eso si, después de leerte, es algo que seguiré pensando, Porque fotos de los tres como tu dices, s difícil, siempre la hace uno o la hace otro y el contrario se queda sin salir.
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Que fotos más bonitas! Nunca he hecho un reportaje pero me encantaría desde luego
Lucia
Me encanta, totalmente de acuerdo contigo, es uno de los regalos más bonitos que te pueden hacer, algo inmortal, lo valoro tanto que SUEÑO con dedicarme a eso algún día,…Preciosas fotos, maravilloso recuerdo, un besazo!