Cómo teletrabajar en cuarentena por Coronavirus. Como muchas de vosotras ya sabéis, llevo más de 7 años teletrabajando desde casa (ya voy para los 8 años, que se dicen rápido). Estaréis pensando que para mí esta condición no es nueva del todo pero sí tiene algunos matices que hacen la situación un poco diferente. Las diferencias que más estoy notando son:

Clientes y proveedores cerrados

Algunos de mis clientes y proveedores están cerrados, con lo que no sólo ha descendido el volumen de trabajo sino que también dificulta la realización de algunas tareas. No todo se arregla con una videoconferencia, creedme.

También se han cancelado proyectos y pospuesto otros que tenía previstos, con lo que toca reajustar organigramas, calendarios y planes que afectan en su medida a nuestra organización familiar. Lo más difícil de todo esto es no poder poner una fecha límite. Es decir, no tenemos fecha para reanudar algunos de los proyectos que he tenido que posponer y esta incertidumbre lo complica todo.

Ya no estoy sola en casa

Ahora estamos los 4 confinados en casa de forma indefinida aunque sepamos que sea temporal. Esto hace que tengamos que organizarnos y dedicarnos tiempo a cada uno de nosotros, tanto de forma individual como en conjunto.

Muchas veces he tenido que lidiar con esta situación cuando los peques se han puesto enfermos, pero en el peor de los casos hablamos de una semana y por la tarde, al llegar su padre, puedo avanzar. Sin embargo ahora estamos los 4 juntos las 24 horas del día y tenemos que marcarnos «turnos» para poder encontrar tiempo para todo: trabajar, estudiar, jugar, cocinar, entrenar o simplemente disfrutar de unos momentos de soledad.

Imposibilidad de salir a la calle

Al no poder salir a la calle, tampoco puedo ejercer mi trabajo al 100% por varias razones.
No puedo elegir localizaciones para mis fotos. Como sabéis el 90% de material gráfico en este blog es propio ni tampoco organizar planes de ocio familiar, uno de los temas más importantes y recurrentes de mi blog.

Otro aspecto negativo de no poder salir a la calle en todo el día es que afecta directamente al estado de ánimo y por consiguiente, a la inspiración. Mi trabajo consiste en crear contenido, escribir, tener ideas, ser creativa… y os aseguro que cuando la mente está preocupada y saturada, no funciona tan bien.

Fotografía Paula Pellicer

La sobreinformación a través de pantallas

Mi trabajo está directamente relacionado con las pantallas ya que gestiono la comunicación digital y por tanto estoy en permanente contacto con redes sociales y programas de edición digital. Por esta razón, tanto las tardes como los fines de semana, evito todo contacto con teléfonos (de hecho durante esos momentos raras veces atiendo llamadas de teléfono o emails de trabajo y he reducido significativamente la publicación de stories).

Sin embargo, ahora, hasta los momentos para socializar los hacemos con una pantalla: videoconferencias, directos de recetas, entrenamientos, conciertos y charlas. Visitas a museos o espectáculos de circo. Absolutamente todo lo hago a través de una pantalla y siento que estoy saturada.

¡De verdad os digo que no he encontrado el momento de leer un libro!

Tomar el aire, respirar

Trabajar desde casa no debería significar quedarse encerrado todo el día. Es cierto que no nos está permitido salir de casa (nosotros sólo salimos a comprar 1-2 veces a la semana. Me gustaría incluso espaciar más nuestras salidas pero nuestra nevera no es lo suficientemente grande para guardar tanta comida).

En estos momentos de confinamiento, una ventana abierta, un balcón, una terraza, un patio o cualquier espacio que nos permite respirar un poco de aire fresco se convierte en un regalo. Nosotros tenemos una terraza y me siento muy afortunada de ello así que intentamos aprovecharla al máximo cada vez que sale un rayo de sol.

Cambiar de aires ayuda a deshacer bloqueos mentales y a ver las cosas con perspectiva. Hay quien se pone sonidos ambiente. Hay aplicaciones que reproducen sonidos de fondo (conversaciones en cafetería, pájaros, lluvia, etc.). Tenemos la gran suerte de que ¡está todo inventado!

¿Y cómo lleváis esta cuarentena vosotros? ¿En qué medida os está afectando en el trabajo? ¿Cuántas de vosotras os habéis podido acoger al teletrabajo desde casa?

 

*Fotografías de Paula Pellicer