A quienes nos gusta el vino y el enoturismo, se nos complica un poco la vida con la llegada de los niños. Al menos eso es lo que yo pensaba y por eso, cuando me hablaron de la iniciativa «Viñas en familia» de la marca turística Costa Daurada del Patronat De Turisme de la Diputació de Tarragona para acercar este mundo también a las familias con niños pequeños, no he podido más que vivir la experiencia personalmente para poder contarla.
Por cierto, os recuerdo cómo fue el primer contacto de los niños en el Celler de Cal Garriga, una bodeguita familiar que visitamos durante nuestra última escapada or la provincia de Tarragona.
El ciclo de la viña y la elaboración del vino es una práctica ancestral que muchos, entre los que me incluyo, lo definen como un arte. Yo tuve el privilegio de ser introducida por mi padre desde niña, y me hace ilusión poder transmitir esta pasión también hacia mis hijos.
Son varias las bodegas que organizan actividades para disfrutar en familia. Nosotros hemos tenido la suerte de conocer dos de ellas, pero realmente son más. Os adelanto que desde mi perfil de Instagram, podréis ver el bloque de historias destacadas que he dejado para completar este post.
Desde la web Costa Daurada. Trip&Kids podrás encontrar un montón de planes para disfrutar en familia, incluidas las actividades de enoturismo.
Escape Room del vino en Cellers Blanch
La idea de hacer un Escape Room siempre es un buen plan, pero si además lo haces en una bodega familiar como Cellers Blanch, mientras te explican el proceso de fabricación del vino y te introducen en el mundo vitivinícola de una forma amena y divertida, pues mucho mejor.
Encontramos esta bodega en el centro de Puigpelat, al lado de Valls, en la parte baja de una casa familiar. Y es que esta familia tiene orígenes relacionados con el mundo agrícola que se remontan a más de 300 años de historia.
Cuando llegamos a Cellers Blanch, nos recibieron los hermanos Roger y Guillem Blanch, propietarios de la bodega. Nos dieron una amable bienvenida y nos explicaron las reglas del juego. A partir de ahí nos dieron 45 minutos para jugar y resolver, mediante pistas, la manera de llegar a la recompensa.
El Escape Room del vino es una actividad adaptada a niños de diferentes edades, en nuestro caso con Goran (6) y Ares (8) fuimos resolviendo las pistas con un poco de ayuda, porque no os penséis que era fácil… Aún así la actividad se puede hacer con niños más pequeños (desde 3 años). Cada padre valorará en función de cada niño.
Lo importante es el rato tan agradable que pasas con ellos haciéndoles partícipes y parte de esta experiencia. Sin duda, los niños tienen una función clave y necesaria para resolver el juego.
Al finalizar el Escape Room, los niños ya estaban tan emocionados que siguieron el resto de las explicaciones con atención mientras los papás pudimos hacer la degustación de 3 vinos de Cellers Blanch y por supuesto, con versión sin alcohol también para ellos.
Las degustaciones no se hicieron pesadas ni aburridas ya que Roger nos iba introduciendo cada vino mediante juegos para que los niños no se aburrieran y sobre todo, formaran parte de la actividad. Además, al hacer la visita exclusiva, sin más gente, la atención hacia ellos fue máxima en todo momento.
Los niños alucinaron bastante y lo que es más importante, aprendieron un montón de cosas que no sabían, como que los cavas necesitan «dormir» y que tienen posos que hay que ir removiendo con peonzas.
La actividad entera duda alrededor de 2 horas (¡aunque nosotros estuvimos casi 3 horas!) y las visitas son concertadas y con límite de aforo. Lo ideal es hacerlo entre 1 ó 2 familias que se conozcan.
El precio de la actividad es desde 50€ (grupos de 3 adultos) y 5€ los niños. Y se pueden realizar en catalán, castellano e inglés.
Gimcana en la viña de Mas Forasters
En esta bodega tengo que puntualizar que no pudimos realizar la actividad, ya que sólo la hacen en verano, justo antes de vendimiar. Pero sí pudimos hacer la visita donde los niños, obviamente son bienvenidos y hacer un agradable paseo por las viñas.
La visita nos la realizó el mismo señor Josep Lluís, quien junto a su mujer, son propietarios de la bodega. Desde luego es un punto muy importante que sea el mismo propietario quien haga este tipo de visitas. En la mayoría de casos, son bodegas familiares pequeñitas con mucho encanto y sobre todo con mucho cariño, historia y tradición familiar.
La bodega Mas Forasters es una masía situada en Montblanc (Tarragona) y dentro de la comarca de la Conca de Barberà, y elabora vino desde 1998.
El señor Foraster nos hizo una completísima visita y nos explicó que todo el proceso de recolección es propia y ecológica, con producción limitada y control de todo el proceso de la viña.
La fermentación de la uva se hace de forma espontánea y trabajan con los sulfitos mínimos para respetar al máximo la esencia del producto final.
Al finalizar la visita con todas las explicaciones del proceso de elaboración, Josep Lluís nos llevó a su museo. Un lugar super curioso donde guarda un montón de objetos de antaño y herramientas antiguas utilizadas en el campo. También tiene una exposición itinerante de obras de arte.
Nos explicó que cada año colaboran con la entidad social APRODISCA (Asociación Pro Personas con disminución psíquica de la Conca de Barberà) quienes realizan el diseño la etiqueta del vino «La Gallineta», que van actualizando cada año y que, por la venta de cada botella, realizan una aportación a la entidad.
Y para finalizar, la parte más divertida, la degustación de varios vinos. Los niños hacen la degustación con mosto ecológico realizado por ellos mismos.
Esta bodega también organiza almuerzos de productos típicos y autóctonos con reserva previa.
Cuéntame, ¿Eres de los que les gusta el vino?
*Post en colaboración con el Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona
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