Esta experiencia que voy a compartir con vosotros al Museo Minero de Escucha me hace especial ilusión por dos cosas: primero porque se realiza en el pueblo donde nació mi madre y mis abuelos y segundo porque en unas minas muy similares trabajaron también mis tíos y mi abuelo.

Tajo real de carbón

En Escucha tienes la posibilidad de ver la única mina de carbón viva que hay actualmente en España, la mina Se Verá. Que sí, que minas hay varias pero con estas características, ninguna. De hecho, durante la visita, te explicarán las diferencias entre las minas de Teruel y las del norte, por ejemplo.

En el momento en el que abrió el Museo Minero de Escucha fue la primera mina visitable de España y la tercera de Europa. Para un pueblo de apenas 1.000 habitantes no fue fácil abrir un centro así pero hoy en día y desde el 2002, recibe alrededor de 25.000 visitantes al año.
Al lado del museo tienes un restaurante y parque infantil para los niños. Así que resulta un planazo ideal para hacer en familia.

Durante aproximadamente 100 años se estuvo extrayendo lignito de esta mina y vas a poder ver el tajo real de carbón desde donde se hicieron los últimos trabajos (ver foto).

Una experiencia inmersiva te hará convertirte en auténtico minero

Para entrar en la mina es imprescindible vestirse adecuadamente y para ello, no sólo te colocarán un casco con luz, sino que llevarás el auténtico auto rescatador que llevaban los mineros.

Prepárate para llevar una chaquetilla, porque aunque fuera sea verano y estén a 30ºC, la temperatura de la mina oscila entre 15ºC y 18Cº, con lo que puedes notar algo de fresco.

La visita dura aproximadamente 1 hora y media y es apta para todas las edades, aunque si vas con niños pequeños, deberás prestar mucha atención de no soltarles la mano para que no sufran ninguna caída incómoda.

A 90 metros bajo tierra

Lejos de lo que pueda parecer, la visita es totalmente segura y en mi caso que suelo sufrir claustrofobia en lugares oscuros y cerrados, en ningún momento tuve sensación de agobio y las galerías están muy bien aireadas.

Una vez preparados, es hora de bajar hasta las mismas entrañas de la mina y para ello usarás el mismo carro que usaban los propios operarios para bajar. La bajada se realiza por una galería con 33 grados de inclinación y 200 metros de longitud que salvan una diferencia de cota de casi 100 metros.

Allí ya vas a empezar a sentir cosas: la oscuridad, el olor a carbón… sin duda, es una experiencia única. Pero no te preocupes porque una vez abajo ya encienden las luces.

Una historia que no debe olvidarse

Una de las particularidades de este Museo Minero es que lo que vas a ver es auténtico, no son réplicas. Es decir, vas a ver la mina prácticamente en el mismo estado que la dejaron los operarios durante su último día de trabajo en 1968.

Tanto el carro que te baja a la profundidad como el teléfono para comunicar con el exterior son los que usaban en la época cuando explotaban la mina.

El Ayuntamiento de Escucha ha mantenido, no solo las galerías sino los sistemas de sujeción aunque sí que han sido reforzados para incrementar la seguridad del visitante. Por cierto, has de saber que las labores de mantenimiento las hacen un grupo de antiguos mineros de Escucha.

Hay algunas recreaciones de mineros que muestran la evolución que vivieron durante esos 100 años donde se te ponen los pelos de punta de ver las pocas medidas de seguridad con las que contaban al principio.

Y uno de los momentos más emocionantes, especialmente para los niños, es la recreación de una voladura interior.

La visita al Museo Minero de Escucha

La visita finaliza con un paseo por los exteriores para poder ver la maquinaria de gran tamaño de la que se usó en las exploraciones mineras de Escucha. Porque cabe recordar que en este pequeño pueblo turolense existen varias minas, aunque el resto no sean visitables.

En el fondo de la mina está prohibido tomar imágenes. Para hacer este reportaje tuve que solicitar permiso al Ayuntamiento de Escucha, al cual les estoy eternamente agradecida por permitírmelo para poder documentar este artículo y también su difusión en mis redes sociales.

La visita al Museo Minero de Escucha sólo se puede realizar con guía, que por cierto, son locales y tienen una estrecha relación con la mina a través de sus propios familiares y eso hace la visita mucho más emotiva.

La afluencia es limitada, por eso te aconsejo que reserves antes de ir.

Desde su página web puedes hacer la reserva online.
Precio adulto 13€ y niños 8€ (menores de 4 años gratis).

Sin duda, una experiencia diferente que no te dejará indiferente.