La semana pasada hice unos Stories que crearon una auténtica revolución de información. Todo empezó cuando llevé a los peques a su visita rutinaria con la odontopediatra*, que además es una buena amiga nuestra, y nos dijo que Ares tenía un puntito negro en un diente.

«¡Ay madre! ¿Cómo puede ser? Pero si come dulces lo justo y se lava los dientes todos los días?»

«¿Qué pasta de dientes utiliza?  Me preguntó Mireia, nuestra odontopediatra.

Yo quedé alucinada porque jamás pensé que eso podría suponer un problema. Es decir, yo pensaba que con el mero hecho de cepillarse los dientes, como si le ponía únicamente agua (recuerdo que de pequeña mis padres no me dejaban usar la pasta «de mayores» y sólo me dejaban cepillarme con agua).

Nunca había prestado atención en el tipo ni marca de pasta de dientes. Y últimamente incluso había apostado por usar productos naturales pensando que llevarían menos componentes agresivos. Pero ahí viene uno de los graves problemas, algunas de estas marcas de dentífricos naturales para niños NO CONTIENEN FLÚOR.

El flúor es precisamente lo que previene la caries, así que de poco sirve que tengan la boca limpia si no está protegida.

Así que hablé con Mireia y le pedí que me ayudara a redactar un post en el blog donde poder dar respuesta a las muchas preguntas que me hicisteis por las redes sociales. Espero que os sea útil.

¿Qué cantidad de flúor debo suministrar a un niño?

Ni tanto ni tan calvo. El hecho de no aplicar una cantidad correcta de flúor hará que sea contraproducente y que pueda provocarle fluorosis. Por eso es importante que tengamos en cuenta las siguientes dosis recomendadas:

  • Para niños entre 0 y 2 años: hasta 1.000 ppm (pero una cantidad mínima, tipo raspado en el cepillo de dientes).
  • Para niños de 3 a 6 años: 1.000ppm (si es del tamaño de un granito de arroz) y hasta 1.450 ppm (si es raspado en el cepillo de dientes)
  • Para niños a partir de 6 años: 1.450ppm (tamaño de un guisante)

La cantidad de ppm aparece en el envase o en la caja junto a los ingredientes y composición. Los fabricantes no están obligados a ponerlos, así que es probable que en algunos casos no encontréis esta información.

  • Consejo: es importante que no enjuaguen el producto con agua en la boca, con escupir sería suficiente para que queden los residuos de flúor en la boca. Y lo ideal sería lavarlos 2 veces al día y siempre asistido de un adulto hasta los 8 años en un tiempo estipulado de 2 minutos.

¿Qué marcas de dentífricos son recomendables?

Pues no es nada difícil encontrarlas en tu supermercado habitual más o menos grande y normalmente se sitúan todos los productos destinados a niños en una misma estantería: Colgate, Binaca, Licor del Polo o incluso marca blanca cumplen con la normativa (por mencionaros algunas). Así que no hay motivo para alarmarse. Sólo utiliza el producto adecuado y de la forma adecuada siguiendo las pautas que acabo de darte.

Sin embargo algunas clínicas no recomiendan las marcas más convencionales por contener edulcorantes que facilitan el «gusto» y prefieren usar productos de farmacia.

¿A partir de qué edad debo llevar a mi hijo al odontopediatra?

Lo ideal sería que fuerais a hacer una primera visita en la aparición del primer diente. Pero no tanto para revisar la boca del bebé, sino para que podáis evaluar si hay posibles factores de riesgo. Si estáis haciendo algo que aumente el riesgo de caries y si es así se puedan modificar con tiempo suficiente. Higiene, dieta, transmisión bacteriana precoz, etc. Y no os asustéis, estas visitas suelen ser GRATIS. Ahora, ya te tocará pagar si tu hijo necesita algún tratamiento…

Algunas me dijisteis que vuestro dentista recomienda la visita a partir de los 4 años. A mí me parece terrible esperar tanto tiempo dado que cuando un niño está afectado por la caries dental, las manifestaciones, que pueden ocurrir a edades tan tempranas como los 2 años, son tan sutiles que es probable que los padres ni nos demos cuenta y por tanto no pueda tratarse a tiempo.

En España, el porcentaje con historias de caries:

  • 5-6 años: 31,5%
  • 12 años: 33,3%
  • 15 años: 43,2%
  • Adultos: 95%

(Encuesta salud oral en España 2005. Bravo Pérez M. RCOE junio 2016, vol21, supl.1)

¿Cómo hago para prevenir la caries?

La caries es una enfermedad prácticamente prevenible al 100% pero es importante tener en cuenta cuales son los factores de riesgo más comunes. Aquí van algunos consejos, algunos de los cuales me han sorprendido a mí misma porque desconocía y no los he prevenido en su momento.

Transmisión bacteriana precoz: (vamos, las bacterias que transmitimos los adultos a los bebés)

  • No compartir utensilios con el bebé (cepillos dentales, cucharas, juguetes, etc.), especialmente durante los primeros 2 años de vida.
  • No limpiar el chupete del bebé con saliva cuando el chupete se ha ensuciado.
  • No enfriar la comida soplando directamente sobre la cuchara del bebé
  • No permitir que le besen directamente en la boca durante el primer año de vida

Hábitos en la dieta:

  • Los 2 primeros años de vida, evitar toda fuente de azucares refinados (la leche chocolatada, las galletas y la bollería, zumos industriales, pan de molde o pan blando, patatas fritas embolsadas, refrescos de cola, etc… )
  • A partir de los 2 años, reducir la cantidad y la frecuencia de consumo de azúcares.
  • Evitar picar entre horas
  • Si aún le das biberón o pecho por la noche, a partir de la erupción del primer diente debemos limpiarlos después de cada toma.
  • Nunca mojar el chupete en líquidos azucarados, azúcar o miel.


¿Cómo sé que el cepillado es correcto?

Mi amiga Lorena, que trabajó en una clínica dental, me ha «chivado» un truco para saber que estamos realizando bien el cepillado, a pesar de que hasta los 8 años debemos asistirles nosotros, hay un colorante que no es nocivo que tiñe de rojo los dientes y encías donde encuentra más acumulación de placa (sarro). El producto se llama plac·control y es de venta libre en farmacias (existe tanto en formato líquido como en pastillas). Aunque antes de suministrarlo, consúltalo por favor con tu odontopediatra. Tengo que admitir que yo no lo he probado.

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Apuesto a que si has llegado hasta aquí y aún no le has hecho una revisión de boca a tu hijo o hija, ¡ya estás pidiendo cita!
Recordad, una revisión a tiempo os puede ahorrar unos cuantos disgustos. Espero de corazón que os haya sido tan útil como me ha sido a mí.

*Esta información que comparto con vosotros ha sido un resumen de mi conversación con mi amiga Mireia Velasco, Master en Odontopediatría por la Universidad de Barcelona y actualmente con consulta privada en Sitges (Calident), Sant Pere de Ribes (Ribes Dental) y Esplugues de Llobregat (Clínica Dental Dr. Cahuana). Ella a su vez, ha recabado la información de estas fuentes, que tú también puedes consultar para ampliar información:

– La Asociación Americana de Odontopediatría (AAPD) (www.aapd.org)
– La Sociedad Española de Odontopediatría (www.odontologiapediatrica.com)
– La web www.odontologiaparabebes.com