Uno de los grandes errores que cometí en la casa donde vivo es que nunca invertí demasiado en nada porque siempre tuve la creencia de que no estaría muchos años viviendo allí. Sin embargo, ya llevo casi 10 años y lo único que he hecho es ir acumulando muebles baratos y carentes de personalidad.

Aún así, hasta ahora no era algo que priorizara. Siempre he estado viajando y mi casa era sólo un lugar de paso. Cuando necesito algo, busco en internet o a través de Lionshome, que es un portal de búsqueda de muebles y accesorios para el hogar y de ahí voy encontrando diferentes opciones de diferentes presupuestos.

Pero desde que ahora dedico prácticamente todo mi tiempo en ella, mi casa se ha convertido en un hogar para mi familia y he descubierto muchas carencias y mejoras que el espacio me ofrece.

El caso más prioritario para mí en estos momentos es el dormitorio de Ares. Lo «decoré» (por decir algo) hace unos 8 años, cuando ni siquiera sabía que iba a tener dos hijos. En ese momento necesitaba una habitación con mucho almacenaje para meter todo lo que fui acumulando en mi juventud.

Vivía sola en un piso de 90m2 así que sólo me preocupaba tener armarios y una cama por si algún día tenía alguna visita. En aquella época era muy frecuente tener todo tipo de visitas, desde amigos extranjeros que venían de paso, hasta amigas con las que disfrutar de una botella de vino hasta las tantas de la madrugada y sin obligación de regresar a casa.

El resultado fue una habitación con cama nido en tonos azules y amarillos con base de madera (aquella fue una época en la que necesitaba mucho colorido en mi vida). Cuando nació Ares decidimos que aquella podría ser su habitación porque se veía muy juvenil. Pintamos las paredes de un color arena y pusimos un par de vinilos decorativos infantiles. Un par de estanterías a su alcance para los cuentos y un cambio de cortinas (de azul a blancas) para que entrara más luz.
Durante un tiempo incluso nos sirvió para meter la cuna convertible que ahora hemos cambiado de habitación y puesto a la venta, esperando a que algún comprador se la lleve.

Pero ahora ha llegado el momento del tercer cambio importante. Creemos que lo mejor es que Ares y Goran compartan espacio básicamente por 2 razones principales:

  • Porque dormirán juntos y se harán compañía
  • Porque nos dará la posibilidad de disponer de otra habitación que podremos usar todos según nos convenga y poder así aligerar también el peso de objetos que actualmente hay en el comedor, lugar donde trabajo.

Por esta razón he empezado con la búsqueda de inspiración: cambios de colores, literas infantiles en vez de cama nido, y sobre todo mucho orden… el otro día os lo tanteé por redes sociales y me dí cuenta que suscité mucho interés, así que he decidido que voy a retransmitir cada uno de los cambios que realice porque me disteis un montón de ideas frescas que quiero compartir con vosotros por si hay más gente en esta situación y también le puede ayudar a coger ideas.

Y por supuesto, ¡vuestras aportaciones también son bienvenidas!

(La lámina de la puerta es de Cute Martina)